La primera invitación nos llegó a través de miembros de una red latinoamericana con ocasión de un encuentro en Bogotá (Colombia) en Junio. A continuación, en Octubre, una red que reagrupa a los socios de la ciudad de Medellín (Colombia) nos invitó a un Congreso. Y, para finalizar, el Gobierno de México nos invitó a unirnos a diferentes organizaciones mexicanas que mantuvieron un encuentro en Chiapas en noviembre con el fin de crear una nueva red nacional.

Estas tres oportunidades en Latinoamérica nos han permitido establecer diversas conclusiones. En primer lugar, que la Innovación Social está lejos de convertirse en un fenómeno local. Se trata indiscutiblemente de una tendencia internacional. De hecho, aparecen numerosas nuevas redes a diferentes escalas territoriales. Y con razón. Hemos constatado al ver todas estas iniciativas emerger que la Innovación Social puede actuar como un potente motor dentro de las comunidades y, esto, sin importar donde surjan en el planeta.

Sin embargo, algunos peligros se pueden entrever en el horizonte para Quebec, México y Colombia. El primer peligro ocurre al considerar todo proyecto innovador como si se tratase de una innovación social. Esto se hace en detrimento de otros proyectos que sí presentan las características perseguidas, es decir, un efecto transformador, una duración y un impacto  sobre el conjunto de la comunidad interesada. Para protegerse contra este peligro, hace falta asegurarse de disponer de las buenas HERRAMIENTAS y del APOYO necesario para marcar una buena diferencia. El otro peligro es el de no saber establecer todos los beneficios y efectos de un proyecto de Innovación Social.

La Guía para desarrollar los indicadores de Innovación Social producida por el RQIS ayuda a entenderlo de mejor manera y a enfrentarse a estos peligros. Por ejemplo, esta herramienta ha estado presente y ha sido objeto de discusión durante nuestras estadías en Latinoamérica. ¿Por qué? Porque aún queda mucho trabajo por hacer para desarrollar el pleno potencial de la Innovación Social y para favorecer la apropiación por parte de sus diferentes actores y Redes. Nuestros intercambios han sido concluyentes. Existe un gran interés por hacerse orientar, de modo que la experiencia profesional desarrollada por Sapiens conseils es muy apreciada.

En lo que nos concierne, la participación en estas tres intervenciones fue la ocasión de perfeccionar nuestro enfoque y nuestra experiencia con respecto a:

• Identificar mejor las innovaciones sociales;
• Comprender mejor los retos y los desafíos de las organizaciones que trabajan en el sector de la Innovación Social, y esto aun cuando estas experiencias han evolucionado en contextos muy diferentes (Colombia, México y Quebec);
• Dar apoyo a los diferentes tipos de actores de Innovación Social, especialmente para evaluar los efectos de sus proyectos de la manera más adecuada;
• Movilizar los conocimientos en el seno de los sistemas de Innovación Social;
• Desarrollar herramientas de referencia sobre el tema.

Para este 2017 contamos con estar entre aquellos que continuarán a mover las cosas para favorecer los intercambios entre las personas y las organizaciones. ¿Cuál va a ser nuestro siguiente paso en esta dirección? Con la ayuda de colaboradores, la realización concreta de un Laboratorio sobre la medida del impacto social, completamente financiado por la Fundación Bombardier.

¿Le interesa la Innovación Social? ¿Busca a alguien para que dé apoyo a sus proyectos y los sepa equipar con los correctos instrumentos?

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